Vivo en una nube de pena,
Quizás esté pagando la condena
De años atrás por una nena,
Que era más guapa, que una sirena…
Me tenía en sus manos
Y no la supe apreciar
Antia de mis, sentidos
En el cielo te podre a besar…
Aunque ya seremos almas
Tu vuelo buscaré mi amor,
Para sentir tus dulces alas
Y volaremos sin rencor…
Por encima de las nubes
Muy cerca de la luna,
Besare tus labios otra vez
Sentados en tu estrella…
Cuanto añoro, el ser querido
En toda su plenitud,
Así me sentía contigo
Lleno de juventud…
Amores sanos sin vicios,
Miradas embrujadoras
Que llenaban los vacios,
Con el olor de las rosas…
Y te deje marchar Antonia
Por los celos que dominaban
La ira, de mi tenue sinfonía
Que al oído, nos susurraban…
Que nacían en tu jardín
Eso si era amor, mi vida
Escuchando el violín,
¡Dios mío, cuanto te quería!
¡Amor puro amor, sentido desde el fondo del alma y el corazón el que perdí, al decirte adiós Antonia!
Modesto Ruiz Martínez / 14/08/2010