Izandro

Enma

 

Te busqué en medio de los recuerdos, de una mirada que se escabullía,

Cuando tus labios mudos y entreabiertos, decían que me querían,

Tus palabras, y el cielo amable de tu abrazo,

acariciaban las mañanas, cuando yo te despedía,

Y el hermoso mirar de tus ojos oscuros y almendrados,

Le daban el equilibrio perfecto, a las noches sobre los días;

He visto noches tan oscuras, como tu cabello muy dormido,

Donde el brillo de tus ojos son luceros infinitos,

Me asomo en el medio de las mantas, que frondosas y mullidas,

Despiden el aroma intenso, a jazmines y dos dalias;

Me enamoro de tus labios, y me prendo de tu sonrisa,

Unas son alegres y quizás, otras son muy tristes,

Pero el secreto está en amarte toda,

Sea frío o calor intenso,

Sea noche o madrugada,

El secreto está en amarte toda,

Sea en medio de tus besos,

o de una sola de tus lágrimas;

Te llevo en el medio del recuerdo, con tu mirada escondida,

Para no olvidar pronunciar tu nombre...

Mi Enma, mi querida.