Lucy Quaglia

Horas

Horas que me llegan
sin que me dé cuenta
y a veces se quedan
por unos momentos,
besando el silencio
de cosas perdidas
que se fueron lejos
siempre distraídas
bajo el poncho gaucho
que es parte del día.
Un grito sagrado
por siempre apagando
la pasión herida
y en la hora triste
de dejar la vida
el tiempo me abraza
al momento justo
de la despedida.