MARDON

BÉSAME

Bésame aunque se queme el alma,

habítame en todos los silencios;

tu luz que arde como una flama,

siempre está en todos los tiempos.

 

Bésame y que tu beso sea eterno,

aunque tus labios sean mi tormento

y por ti toque el mismo averno,

 pues tu savia es mi paraíso perfecto.

 

Tan solo bésame, aunque al final

te lleves lo que me has dejado,

si en ti radica todo mi mal,

ya mil lágrimas he pagado.