Los ojos de Dios a través de la sombra,
junto a cada hora.
Invisible compañía de mi vida,
desde la infancia...
Es vivir en un sentido que no se acaba,
sin detener la marcha.
Multitud de estrellas a mano abierta
para que sepa de su obra...
Y tras la hermosura del alba
de mi poesía la letra,
que enaltece la fuerza de la vida
por el Padre creada...
Dios el Hacedor, el que me otorga
su alta fidelidad.
Así que le ruego su Verdad,
la prueba que no falla, su gran piedad...
- Señor, perdona mis pecados -