Noel Varela

LampĂ­ridos

Me despierto en la madrugada
por pesadillas en la almohada
que atormentan la paz de mi alma
y me quitan toda noción de calma.
En mi mente no escucho nada
y las luces parece apagada,
el laberinto encierra el dilema
de un poeta muerto en su poema.

Vientos del oeste mueven muelles
cuentos de pinturas rupestres
donde lo más normal es la muerte
escondida y jugando a la suerte.
Pero la felicidad no abandona
y la tristeza con certeza honra
con la soledad que no perdona
bueno, menos a estas horas.
Pasillos del laberinto sin salida,
a ciegas persiguiendo lampíridos
escuchando la vocecita deprimida
\"Pobre iluso que le busca sentido
a lo indefinido y no puede seguir
ni un simple camino\".