Glamorosa,sensual, provocativa,
poco a poco la vi que se acercaba;
en sus ojos, inquieta le brillaba
esa chispa de fuego que cautiva.
Su sonrisa vivaz, tan expresiva,
su impoluta ternura combinaba
con deseo voraz, que palpitaba
en las fibras de su alma sensitiva.
Un rincón escogí por la maleza
donde hicimos un nido de ilusiones,
que duró lo que dura una promesa
que se dice en momentos de pasiones;
mas se apaga, lo mismo que pavesa
al pasar la llovizna de emociones.
Autor: Aníbal Rodríguez.