fue una intensa discusión;
palabras sacaban palabras,
y tambien, trozos del corazón...
ambos estábamos cegados:
tu por los celos, y yo por la traición;
habías descubierto mi infidelidad,
y yo no podía sostener esta situacion.
cesaron las palabras,
y en el aire se respiraba desolación;
mi suerte ya estaba echada:
tu te quedas, y yo me voy.
no hay vuelta a tras,
ni espacio para la resignación;
pero el tiempo dira que la infidelidad,
es un estúpido error
que se puede evitar, que se puede evitar.