cuando tus ojos me miran con devoción
y fascinada hasta pareciera que rezas
siento embelesado que es con el corazón
y no con tu boca que con pasión me besas.
Ese apoteòsico y singular momento
me hace subir y ver el utópico cielo
porque perpetua vives en mi pensamiento
porque solo en tus brazos encontré consuelo.