Inmarcesible
El tiempo…
surco tus mejillas,
tus edades son aún deseables;
se enquistó el espejo
de mis recuerdos,
en la magia de tu añorada beldad;
el cronos del silencio se refugia
en la firmeza de tu cuerpo;
por años se elevaron mis versos
entre ecos anhelos y tristezas,
mis penas quedaron ancladas
en la pureza de tus vientos;
se reflejan batallas prohibidas
en el café de tu mirada…
¡Oh, mi amada!, siempre estarás
en mi alma que te encumbra,
y siempre reinarás en el latir
de mi corazón.
(victolman)
Chorrillos-Lima-Perú.