Muy triste el caracolito
por un dolor que lo devora
protestaba dando gritos
a su madre la caracola
Nuestra casa es muy chica,
tan estrecho es mi aposento
que ya ni nos abanica
la suave brisa del viento.
Nuestras pobres paredes
tienen tantas estrecheces
que acomodarse no puede
nuestro cuerpo cuando crece.
Causa grandes extrañezas
esa forma de espiral
y cuando asomo la cabeza
por la ventana frontal.
Perdone que le reclame
pero sáqueme de una duda
¿porque no compró una casa grande
como la de de doña tortuga?