Tangible vida: el sol que vuelve a briyar avanzando hacia arriba, el cielo que gira y gira, la tierra que despierta y es bienvenida: trinan las aves vespertinas melodías, sale el día de la oscuridad de su guarida y me ilumina, a mí, entre tanta desdicha, sube su energía y me anima a superar otra noche tristísima, me otorga la risa en rimas, mientras todas las sombras se retiran a sus esquinas góticas...
Vida silenciosa, en la soledad reposando sus alas de agua: sin forma definida... Una ilusión que tengo por mía todavía perdura, una flor muy bonita que nunca se marchita, una estructura de arenisca en espera de la fresca marea, una fría ventisca que las últimas nubes aniquila; oriya apenas manciyada de yuvia y sal amariya...aquí desembocan los ríos ígneos de mi poesía: solo en la gran playa un niño juega, siento la completa plenitud de su alegría, y con él a nuestro océano de sueños me sumerjo... Puedo acariciar el viento ahora, cuando recibo en mi cuerpo a la aurora, y amoroso recojo al vuelo el beso suelto de sus labios rosas... Al deseo sensual invocan, y es genial... La beyeza cierra mi boca... Será eya mi verdadera diosa? Porqué siempre misteriosamente se presenta y desvela mi mente ebria?.. La candela que prende en mi alma esa tímida mirada, es eterna!
Vida auténtica, espiritual, de las estreyas venida a la tierra, para salvarla... Que sea ya!!!
Odisea apoteósica, Ulises. Has vuelto
Sobre las leves alas de la aurora
De dedos de rosa...
Oh Penélope, desde la única ventana
Que hay en tu lujoso mazmorra,
Asoma tus ojos de zorra perspicaz,
Divísame... Bandera pirata...
Sombras detrás... Solucionarás
Esta soledad maldita?... Mis heridas
Las sanarás con la sal de tus lágrimas
De alegría? Esperabas mi yegada,
Amada alma?
Ulises ha vuelto... Recuerdo el día
De su partida...creo que fué un mal sueño...
No sé si de verdad estaba dormida...
La noche se cerraba encima de mí
Cuando lo veía marchar... Y ay! mi mirada
Se me empañaba de lágrimas
Como cuando era una niña, todavía inocente
Porque no lo conocía... Y rezaba
Cada mañana en el templo
Siguiendo el ejemplo
De mis maestras y amigas las sacerdotisas...
Y nada, pasaba el tiempo...
Nuestro primer encuentro fué casual: con las cortinas cerradas
En mi oscura alcoba él através de mi piel oteaba
Mi profunda alma, sin forzarla...
De lo demás solo recuerdo aquel fuego, y que no había ya sombras, se habían disipado
Para dar paso a un sol de amor cuyos aureos rayos me despertaron a la triste realidad
En la cual él ni existe ni está...
-Ulises no ha muerto;
De remotos países ha vuelto
Ansioso de amor,
Hambriento, harapiento...
Parece otro
Quien fué y sigue siendo
Su esposo,
Y rey nuestro.
Esperanza, renacerás... Iré a rescatarte si hace falta... Me fortalecerá el alma tu paciencia sempiterna, y aliviarás esta tristeza que me embarga cuando mi mente, casi mortalmente exhausta, intenta recordar y se enclaustra en sí misma, porque encuentra paz en la soledad...
Esperanza, nunca perdida, estás ayá arriba, entre las estreyas, donde ya nadie mira... Yo voy por ti... Quiero alcanzarte y hacerte infinita, y que alegres mi vida... Yévame a volar sobre tus alas místicas... Levántame la moral... Vuelve para enamorarme...
Te estoy yamando con toda mi voluntad encendida, fuerte y briyante... Rescátame de la muerte, del constante caer de la sangre... Elévame sobre el caos de la bataya... Dáme una voz suave para expresar tu dulzura azul; no cayaré ni una de tus palabras... Te abrirás a mi poesía?..
Ayúdame a olvidar las necias doctrinas que en el pasado me fueron aprendidas... Oh Esperanza, en este instante, que es toda la vida de mi alma, sé infinita... Apagarán tus aguas sagradas la yama infernal, la agonía, que, a desventura mía, me fué destinada?.. Por ti porfía mi alma todavía, es la verdad... Tu luz en la oscuridad de la nada es mi única guía, Esperanza...
Renacerás algún día, o será ahora?.. Diviso tu aura imprecisa, a gran distancia: un abismo nos separa... Es esta realidad ilusoria, una mentira que para mi ha perdido casi toda su credibilidad...pero no desisto, sigo buscándote, mientras escribo mi alma...
Te tuve conmigo, pero te fuiste a otra parte, el motivo lo ignoro... Volverás a visitarme, o me dejarás solo con mi dolor, que no es poco?..
Oh Esperanza, hoy te invoco porque te necesito... Oigo acercarse a mi enemigo... Me haces falta, sálvame de mí mismo... Desátame del fatal destino; al aire libérame, hazme santidad, ave blanca, lo he elegido... Es lo mejor... Escogí el otro camino; nadie lo había visto... Me detuve un momento, y ayí ví tu signo... Me fuí a perseguirlo...
Promesa de vivir el infinito en esta tierra marchita y durmiente que se muere cada noche... Subía la pendiente hacia el techo celeste... Lo toqué y sentí transparente, como mi piel, que entonces comenzaba a desvanecerse... Acosté mi cuerpo a descansar sobre las nubes dulces de leche, y te soñé...
Esperanza, me prometiste volver a por mi... Te veo venir, casi parece que sí existes, aunque eres difícil de creer... Tu presencia sutil me envuelve, me abraza, me levanta...
Y mañana me montarás en tus alas...me subirás a la primera y central gran montaña: mi auténtica casa...
Oh Esperanza, gracias...