Está lloviendo.
No veo mariposas
en el jardín.
Y es que la lluvia
les hace recogerse,
guardar sus alas.
Si se las mojan
se quedan atrapadas
hasta que sequen.
¿Dónde se meten
y esperan a que pasen
los chaparrones?
Nadie lo sabe.
Te dicen que se ocultan
y se protegen.
Pero vacilan,
no saben dar respuesta
a esta pregunta.
De todas formas
su mundo es muy complejo
para nosotros.
Vemos su vuelo,
amamos su belleza
y libertad.
Del frío y lluvia,
de dónde se cobijan
es pura anécdota.
Rafael Sánchez Ortega ©
01/08/20