Cada ser es eslabón en un círculo que gira
Donde las estrellas mueren antes de nacer el día
Dando paso a un reflejo de luz blanca
Para que el ojo mire, aunque el corazón no entienda
El sol hipnotizado, se aleja al caer la tarde
El astro muere sin carnaval ni comparsa
Para que nazca la noche, entre brumas de esperanza
Y contemplemos la luna, aunque el corazón no entienda
Un corazón fatigado, detiene su latido
Porque ha llevado el peso de la vida en pulsaciones
Dejándonos en silencio, al borde del vacío
Examinamos el alma apesadumbrada, aunque el corazón no entienda
Los rostros grises se juntan en la sala
Acompañando tu ausencia en medio de la nada
La luna que se esconde entre lampos ambarinos
Y contemplamos el cielo, aunque el corazón no entienda
Quizás estés de vuelta madre, cuando la luna regrese
Quizás pueda inclinarme y contemplar tu rostro
Quizás no sea dolor, tan solo una quimera
Quizás sea el destino, quien cruce los caminos