Oscuros ladridos surcan mi imaginación.
Tan solo he recorrido unos pocos hilos de consciencia,
la soledad me abandona,
me acompaña la nada
en mi fría caverna
para congelar mis sentimientos.
Toda la vida buscando mi quimera,
la he acariciado varias veces,
se tornaba brillante y me llamaba,
respondí y apasionadamente amé,
pero ella, quimera furtiva, ambiciosa y coqueta,
problemas creaba de la nada,
rasgando verdades y mentiras,
alienando pensamientos,
buscando destruir caricias primeras.
Oscuros ladridos,
que emocionan motivaciones,
muerde a quimera,
y rasga mis entrañas.
Dime!!!
Qué pretende tu maldad,
acurruca, besa entre lloros,
me raja y me viste de negro,
me engaña para que la persiga
y al mismo tiempo,
aniquila el placer de su tacto.
Solo queda aquella, como una sombra,
presente en el cuento de mi vida,
oscura, congelada y preciosa,
nadando entre delfines de hielo.
Su belleza oscura rasgó mi consciencia,
ciega de su existencia.
Su piel me hizo adicto,
su voz convierte en música mis entrañas,
la llamo y le pido que mate a quimera,
que rompa sus piernas,
motive su huida,
pero solo si se queda conmigo,
aullando tiempos congelados,
comiéndonos a besos