Raiza N. Jiménez E.

MIS LÁGRIMAS DE SAL

 

Mis lágrimas emergen suaves,

como clamando un espacio.

Ellas navegan como naves,

en mis ojos, hechos su palacio.

¡Quieren volar como las aves!!

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No hay alegría, sólo hay dolor,

es porqué tú no has vuelto.

Aún conservan las flores el olor;

y, ni  por ello, me despierto.

¡Es que, algo perdido no se revive!

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Parece expresar a gritos mi alma.

Sin embargo, tu amor aún pervive

intacto, como en la arena la palma.

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A mi propio rostro lo confunden

y, mis labios como si nada ríen.

pero, una alegría falaz difunden,

evitando que mis ojos se vacíen.

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Mis lágrimas traviesas corren,

como niñas buscando libertad

Y así, mi cara triste recorren,

aunque, no tenemos amistad.

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Mi propio rostro se confunde,

con el sabor que viene de la sal,

va soñando qué en ti  fecunde,

mi amor que es para ti jovial.

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¡Mi amor, es como la rosa,

que supera el pedregal