Dios te bendiga mujer,
Me diste el don de la vida
Por eso madre querida
Eres parte de mi ser;
Yo te he visto envejecer
Entre risas y amargura
Por aquella senda dura
Que la vida te ha llevado,
Más tus ojos no han cambiado
Aún me miran con dulzura.
SÓCRATES A. CHAVARRÍA CH.
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