Hoy miro nuestra barca
y la veo tranquila.
Es lógico, después de tanto navegar,
el descanso es merecido.
Pero cuidado...
Lo que antes fue descubrimiento,
encuentro con lo desconocido
que nos dio vida,
hoy es solo rutina,
tranquila ensenada donde nuestra barca reposa,
pescando en la orilla.
Pienso que ya es hora
de hacerse nuevamente a la mar,
de renunciar a la tranquilidad de la límpida playa,
de buscar en mar abierto
lo que nunca encontrarás
pescando en la orilla.
Es verdad que ya no somos jóvenes,
pero más de una tormenta surfeamos juntos.
Surfear es imposible en aguas tranquilas...
Es verdad que ya somos viejos,
pero por eso, y por mucho más,
es... ¡ahora o nunca!
Echemos a la mar una vez más
nuestra vieja barca.
Busquemos sin temor las mejores olas,
las más atrevidas;
vamos a surfear en mar abierto,
vamos a romper la rutina.
Vamos a buscar nuevos descubrimientos,
en lo que nos quede de vida...
Frank Calle (9/ dice./ 2020)