Siempre me pierdo.
Hoy estuve viendo videos del océano y me sorprendí con los tiburones, creo que es mi animal favorito. Son realmente hermosos, me maravillan sus formas, su imponencia. Me causó gran impactó ver como, transmiten tanta grandeza, majestuosidad y al mismo tiempo, cuando ves sus ojos, su mirada parece algo confundida, incluso, con algo de miedo. Mirar sus ojos fijamente, y nada más que sus ojos, o mejor dicho, mirar un ojo, por un momento, recuerda, la mirada de un niño perdido.
Nos atrae lo que nos es familiar, lo que nos recuerda a nosotros mismos ¿no es así?