Alexander Vortice

EN EL SILENCIO

LOS virus intentan conversar entre

las hojas moribundas;

roto el minutero, observo el “tic-tac”

de mi cerebro.

La llama reconoce mi malestar

y cuece el cuello

de mi diablo interior.

Una cruz endulza el alba y los virus

dejan las palabras a un lado

para amotinarse en mi cuerpo.

Dolor de huesos, carraspera y veneno.

Con esto me siento endeble y vivo triste

y contento, ya que puedo contemplar

miles de delirios, miles de sentimientos

austeros…

 

…En el silencio…