Veo en tus ojos negros
dos pozos de fantasía,
dos luceros que iluminan
las borrascas de mi cielo.
Veo en ellos el desvelo
de una lágrima asomada,
como perla nacarada
veo los ojos de mi China.
CORO
Tienen el fulgor
de la luz del mundo
se la dio el Creador
desde el Catatumbo,
curan el dolor,
sanan la tristeza,
son ojos de amor
por ser siempre buena
vivirás Mariela.
La lindura de tu alma
no la opaca la tristeza,
tu sonrisa es la grandeza
que nos devuelve la calma.
Eres fuerte cual la palma
imponente frente al lago
donde el poeta inspirado
canta tu excelsa belleza.
Ya sé que nunca tu cuerpo
voy a poder abrazar
pero te he de adorar
en el siempre y en lo lejos,
porque vivirá el reflejo
sublime de tu mirada
como la aureola sagrada
de La China en el altar.