Quizá el sol algún día consuma la tierra, y quizá esta reducida a ceniza impulse a otros mundos, estrellas; otras nadas destinadas a lo mismo. Y esa nada, a su vez, no sabrá nada de lo que una vez fue. Y pienso... ¿En dónde quedará esparcido este amor que he creado en mi éter, mi tiempo entregado, esta duda, esta inconclusa y vagabunda ruleta de interés y desinterés, la manía que tenemos de irnos para después volver? ¿En donde quedarán mis palabras, mis versos? Porque no se si fuese que al soltarlas se quedarán atrapadas en las ramas de un árbol invisible, ¿o es que al esparcirse de mi boca al exterior se absuelvan en el aire y dejen de ser mías y comiencen a ser de nadie? ¿Y que hay de mis besos?, ¿Es después de la muerte como si nunca los hubiese dado? ¿Entonces ya después de todo a quien he amado, después de cerrar mis ojos y dormir por siempre, ya no sigo amando?, ¿Me muero yo y se muere el sentimiento... o me los llevo a donde sea que lo que sea me lleve?, ¿y eso a su vez pasa con la rabia y las tristezas?, ¿Entonces a quien una vez odie ya no odio?, ¿La muerte entonces lo perdona todo...? ¡o sea que puede no ser la muerte tan mala como parece!
Los estómagos vacíos, se pudrirán hasta ya no ser más estómagos vacíos, bueno, eso vendría ser un hecho, pero qué hay de las lágrimas... derramadas se secarán hasta ya no ser lágrimas y el universo no podrá explicar que alguna vez pequeñas gotitas de mar representaban las tristezas. ¿Qué habrá sido para entonces de las flores, los huertos y los ríos?, ¿Cuántas estrellas habrán muerto en el transcurso en el que se acabara la vida del poeta y los lirios?, ¿Qué habrá sido del eco de las risas en masa y el implacable sonido que rompía en el espacio el violín de Paganini?, ¿En donde estará metido Paganini, en dónde esta ahora? ¿Cantándole sus celebres melodías al diablo? Quiero pensar mejor que a las estrellas, a quienes por supuesto, estará deleitando. Cada rasguño de su violín es un brillo por la noche en mis ojos.
¿Qué habrá sido del implacable mundo que se han inventado los niños?, ¿a dónde van cuando estos crecen?, ¿a dónde habrá ido el amor que se ha declarado en los parques?, ¿Y la lluvia mojándome los párpados, el mar mojándome los pies...?
¿Entonces cada acto es por mayor insignificante?, ¿No hay quien justifique, aquí yacieron seres en quienes una vez hubo amor u odio, guerra y abrazos?, ¿La nada todo lo habrá consumido?