Carlos Hector Alvarez

Ambivalencia II

Por las tardes, todo es distinto

cuando el sol se despide

y es apenas una luz,

color del vino tinto.

Mi mente escarba

en los rincones oscuros del pasado,

hechos lejanos, que son mi cruz,

y me entristecen todo el tiempo

El pensamiento

muchas veces, me desmiente

cuando pretendo que, las añoranzas

grabadas en el corazón

sean, como me las imagino.

Dibujo tu figura de mujer

amorosa, bella y sonriente

que viene a mis brazos

sedienta de amor y de pasión.

¡qué mal la recuerdas!

me dice la razón

Ella era de tus sueños, la ilusión,

más nunca llegaste a ser el dueño

de su indomable corazón.

jamás te quiso, tenía depositado

todo su ser en otro amor.

Los desplantes no pudieron

borrarla de tu imaginación

y la llevas apegada sin razón,

¡despierta!

no olvides lo que dijo Calderón,

“toda la vida es sueño

y los sueños, sueños son-