Alfredo Saez

-El bolillero-

 

Cuán difícil es censurar, ya muy claro te lo digo

Tus propios retumbos de tibios  silencios cautivos

Si en conato pontifica necio y pedante un viejo amigo

Con equívocos panfletos, sin sostén de sólidos motivos.

 

Busco eludir por  pacto amistoso mi franco alegato

Resignado a  la certera verdad que es fuerte y espera 

O acaso declino y en el discurso fustigo con duro arrebato

Contra el apóstata dicterio de invasiva, tan funesta bandera.

 

Larga y negra la pensante noche de la cuarentena moral

Reflexionar  en la vigilia personal,  dual y drástica alternativa

Entre convicciones y ese dudoso camino a la probable deriva.

 

No adviene a mi  la afortunada claridad del inquisidor decidido

Tembloroso anoto en el cerebral  bolillero su compungido tañido

Y no bato si aún aletea el sabio suspiro del pregón existencial.