Un viento temeroso canta
sobre la Fuente Grande, en Alfacar,
lleno de sombra y Muerte.
Tú atraviesas
muy despacio las frondas del camino.
Como un racimo de trémulas flores
entre la niebla espesa y el polvo.
Los árboles
tronchados en el pasaje viejo de Víznar
van y vienen, desparramados,
salpicando la noche.
Una negra figura
mueve circularmente su candil por el campo,
su rostro hace burla sobre los tabiques. La soledad
aumenta y aumenta en tu voz, acaricia
la fuerza de tu mano y tu hombro.
Por el camino pasan los años, mudan
de color las ciudades, todo el extenso mundo.
Granada se consume entre la niebla.
Y la noche hace saber sus secretos,
comunica su pálida avaricia,
se anuncia sobre el polvo de tu sombra.