En los pálidos rayos de la luna
huyeron tus carmesíes esencias,
mientras en el rojo eco de tu voz
expiraban mis penas.
Tus miradas se las llevó el viento
como suspiros que al aire se elevan
y ahora la niña de tus verdes ojos
me mira desde una lejana estrella.
Tus sonrisas veo en las blancas noches
cuando tus labios mi corazón sueña,
¡coloradas sonrisas
que el fuego de mi pasión despiertan!
En las azulinas alas del céfiro
volaron tus esencias,
mientras en mi corazón se iba ahogando
el llanto de mis penas.
Aromas de nostalgia