Niña..., no vuelvas ya más a verme,
que está el amor dormido
y no quiero que despierte.
Olvida el fuego del labio
que mordías en tus besos,
que yo no puedo, no quiero
sacrificar por deseos
los pétalos de tu cuerpo.
No vuelvas más a esperarme al
café de Los Almendros,
no vuelvas, que yo no puedo
gozar con tu sufrimiento...
y no enciendas con tus ojos
el veneno de mi sangre,
ni recojas en tus labios
mi amarga savia.
Yo tengo pena de saber
que es imposible, y que tu
sufres con ésto...pero
no vuelvas...
no vuelvas más a esperarme
.al café de los Almendros.
No vuelvas que yo no puedo
gozar con tu sufrimiento.
J.C