Se avecinan las últimas campanadas,
las heridas deberán cicatrizar,
aunque sientan soledad removiendo escombros,
recuerden que el sol surge siendo escandaloso.
El temor en un solo año,
lágrimas creando océanos,
confiamos y hoy lamentamos,
es un terrible ardor.
Elido el corazón ante los ojos de nuestro reflejo,
recogiendo piezas restantes,
levantamos la vida en un instante,
el auxilio llego a los oídos de quien ayer nos vio.
Respiremos este mes sin lo cándido del interior,
altera en tu ser lo pícaro y pasión,
para vivir y alcanzar lo que este año arrebato,
respiramos junto a otros porque el esfuerzo nos ayudó.
Pdta.: No preguntes cómo lo hicimos, ni qué nos pasó en este año, solo danos un abrazo y sonríe, es todo lo que necesitamos.