Claro que duele ser
y estar
y desecharse.
Duele conocerse hasta la última célula.
Duele investigarse y descubrirse desecho.
Duele ver al dolor y curarle sus llagas.
Duele ser mirado y sentenciado de bruces.
Que la realidad sea nuestra mayor doliente.
Duelen tantas cosas por absurdas que parezcan.
Pero más duele no darse cuenta de ellas.
Nerudiano
Todos los derechos reservados por Jorge Molina. Agosto, 2010.