Está muy bonita
la niña Samara
y cumple dos años
un canto le halaga,
su madre hoy alegre
contenta le canta
junto a ruiseñores
que están en las ramas;
y el canto se escucha
en la madrugada
los pájaros vuelan
y los peces nadan,
están muy contentos
los vientos rebasan
los árboles verdes
y el agua muy clara
que corre en el río
como hilo de plata
que arrastra frescura
que trae hojarascas
que van anidarse
en fresca bocana.
Sus padres alegres
con su alma engalanan
canciones hermosas
a su hija Samara
y los pajaritos
en bella alborada
le cantan canciones
para festejarla,
que llegan cantando
como las campanas
los vientos los traen
sobre las montañas
y van celebrando
de gozo en el alma
por los dos luceros
que lleva en su cara
que brillan bonitos
que nunca se opacan
y en este momento
mis versos declaman
con dulce sonrisa
al nacer el alba
que va iluminando
la vida que amara
su madre en sus brazos
aquella mañana
¡Sus ojos brillaron
cual noche estrellada!