Y tú que no(...)
Su amor fumaba un cigarrillo con su dolor.
Se encogierón de hombros y decidieron solo disfrutar del silencio.
Ambos lamentaban el alboroto...
fingir que no duele gasta muchas energías y eso les consumía la existencia.
Su amor miraba satisfecho hacía la nada y con una sonrisa besó al dolor, terminando luego su cigarrillo.