Si tan sólo fuera dueño de el verdadero nombre del la vida, podría evocarla y así pedirle que incendiase todo lo que te rodea; con el único fin de verte posar entre tonos tan cálidos y tristes, y así poder adoror tus rizos tanto como si fueran pequeños tirones de mi sombra que adornan tu vida, y así, solo asi poder pintar lo que eres y representas.