Si todos los silencios
volaran a tus manos ,
florecerian al alba
mil trinos
y en el canto
el sol haria su nido
para dorar tu piel
y perfumar tus labios ,
no habría mas preguntas ,
se marcharían las penas ,
los brazos como pajaros
se estrecharían muy fuerte ,
y en la mañana plena
tus pechos como alondras
se llenarían de vida ,
¡¡la vida de mis manos !! . . .
Hugo López Penelas