Y todos los días llueve aquí dentro,
un trozo de mí muere cada día. Si ves que sonrío, no es que finjo ser feliz, es que así lucho una batalla infinita, una batalla por mi vida, por ser, y seguir en pie.
Huracanes y tormentas hay aquí dentro y poco a poco hay alguien que suma más terribles agonías a este ya terrible suceso. Solo queda sonreír.
¿Para qué llorar si ya por dentro me inundo?
RECH