Alejandro Salazar Mex

Ausencia

Hoy como ayer

nublan mis recuerdos

la palabra callada

que nunca dijiste,

la ventana manchada

que nunca dejó entrar

la tierna luz,

el pan que seco

encogió y se convirtió

en polvo.

 

Triste viaje aquel

que sin avisar

golpea la sobriedad

del presente

y que siembra

la inquietud floreciente

del mañana.

 

¡Qué distante,

qué consuelo,

qué sufrimiento

reposa en un alma

ajena a todas las almas,

ajena a todas las cosas,

a Dios

y a la muerte!