De mi niñez recuerdo con tanta algarabía
las noches estrelladas con gran melancolía.
Y siempre al recordarlas me asalta el pensamiento
de frescas navidades llenas de sentimiento.
Mi madre preparando sabroso el alimento,
compartiendo felices el precioso momento.
Juntando corazones como fuego encendido
con abrazo fraterno sincero y muy sentido.
Los años han pasado cambiando la alegría
volvamos a juntarnos mirando el nacimiento
como almas amorosas que siempre se han querido.
¡No estés entristecido!
Caminando tus huellas dejarán las bonanzas,
construyendo caminos muy llenos de esperanzas.