Original Oriflama Infinita

Dáme fuego

 

 

\"...hay tanta pena, tanta crisis,

que me dan ganas de reírme...\"

 

Infame vacío sepulcro, eternamente olvídame!

Deforme monstruo de ojos oscuros y corazón sucio, deprímete tú!

Traidora moral humana, inmejorable desgracia, sucumbe!

Tumba cuadrada, y lúgubre, a la noche, marcha!

Fuera la nada de toda mi inexistencia ausentada!

Una fina mano habrá que quiera acariciar mi cara, mi cuerpo, que se le regala, mi alma en yamas?

Muerte, amor, deshazte, sea real, esperanza!

Late, detrás, una vida, metida en esta cárcel sin salida, sálvame!

Rotura, ay! Desgarro, dolor, y el yanto... Me ahogo!

Deseándote aquí, presente, tangible, en tu regazo, duérmeme!

Tristeza, pesar...el pasado...se fue ese fuego... Devuélvemelo!

Aguanto el equilibrio volando, álgido, me río!

Soy frágil, cristalino...y me caí, al camino...me hice cachitos!

Destrozado, yorando voluntario, solitario hasta el fondo de tu tierno afecto me entierro...

Y renazco!

 

 

Sin ti me hundo en mi mismo,

me tiro a mi abismo, me fulmino...

Sin ti...sin ti ni existo, desaparezco

de todo, me esfumo, como un espíritu...

Sin ti siempre... Es terrible!

Es la muerte? Es mi crímen?

Te herí, me heriste? Es tan triste

sin ti todo... Es tan solo

una lágrima que se desvanecerá

en el mar, una ola igual a todas?

Sin ti estos ojos, esta boca, este sol

son nada, hologramas, mi levedad,

polvaredas, historias, y basta un vendaval para borrarlas...

 

 

De superficie para abajo

todo trabajo! Menuda mierda

adonde yo no caigo!

Si me río solo, así soy santo.

Quieres ver un milagro?

Hoy estoy desganado...

Sé tú el mago!

Ojos quieren ver lo que hago...

Dedos quieren contar cuánto yoro...

El tiempo de mi ha pasado

y yo lo he visto mirarme de lado

como un puto bandido, el viyano

de mente retorcida y mano maligna,

el reloj colgado, el ladrón de vida.

Se acabaron las princesas,

las altas ciudadelas, las banderas de colores,

se acabaron en la tierra

los amores?

Triste estoy hoy; gris este día

termina tirado en una esquina mísera

entre el agua fría, en la víspera

del incendio... Escucha la noche...

cuánto silencio insomne... Hay tantos sueños

que se rompen... Joder! Dios, no me oyes

o qué?!!

Hablo solo: yo soy él!!!