Liberarce

MelancolĂ­a...

Flores que recogía y libres

los pensamientos que ella tenía…

un susurro de viento

en su canto había…

y en su espalda el exceso

y toda la fatiga…

y a pesar del cansancio,

la sonrisa más dulce

que ha dibujado nunca

sobre arrugas de miel,

un pintor que se precie

por talento y cartel...

 

Melancólicas, tristes, letras casi dormidas,

proponen mis recuerdos,

al describir los días…

sólo son pinceladas de amor y de nostalgia

que no seré capaz

de transmitir en letras…

difícil es plasmar los sentimientos,

que habitan para siempre,

en mis adentros…

 

Sólo puedo escribir de su enorme nobleza,

de su gran corazón y su eterna grandeza…

pero de su bondad…

de su ternura…

de sus ganas de amar…

de su piel arrugada,

que en mis sueños

aún intento besar…

nunca podré escribir…

porque  mi alma,

desconoce el lenguaje

que pueda ser capaz de transmitir,

la pureza en esencia

sin maquillar presencia…

 

Ella me enseño…

todo…

después de darme vida…

Ella me ha protegido,

de mis miedos nocturnos…

Ella me colmo de mil besos y abrazos…

Ella fue esa gran luz,

que guió aquellos pasos…

 

Y el tiempo y sus designios

separó los destinos…

aún sigo recorriendo esos caminos…

no sé si en el ocaso

encontraré el jardín,

de tus besos y abrazos…

 

Y me cuesta nombrarte,

porque sólo al pensarte,

me rompo en mil pedazos

con sólo recordarte…

 

Hoy tengo ese momento,

en que duelen las cosas…

pura melancolía de una historia entre rosas…

y de adoquines sueltos…

y ese olor a manzano

que envuelve tu figura

como Reina de un cuento…

 

Gracias Madre…

por todo lo vivido…

porque tú has conseguido

que hoy pueda disfrutar

de estos recuerdos…

 

R.R.N

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