Un atardecer frío y triste
vienes tú, a cobijarte pronto
casi me veo como un tonto,
que una vez, ya, tú te fuiste
Más, no me vas a engañar
que por dentro tienes recuerdos
de los que dispones acuerdos
para dejar, de nuevo, lo que has de ganar
Y así quedamos unidos los dos,
por el olvido de un anochecer
que paseando por entre miedos,
quedamos en no volver hacer,
daño a nuestros recuerdos
por no saber soportar ni merecer.