Oh rey guerrero, espada primera del templo intemporal,
a fé artífice de obras colosales, extraordinarias y heroicas,
magnificente dios patriarca, líder de las élites inmortales,
fundador de la vida y del espacio, rector del orden astrológico,
gigante mayor entre todos, cabeza y corazón de todo lo existente,
astuto estratega en pie sobre el campo de combate, viviente ser
supremo, cósmico gobernante, creador de los cielos y las aves,
oh buen capitán, hombre errante, con blanca barba y báculo
señor, soñador solitario y desencatado, rabioso y rudo, duro
como un árbol sagrado, sangrando su savia como yuvia o yanto,
testigo de tanta tristeza en esta tierra marchitada, chamán
de innumerables nombres y disfraces, transformándote
siempre vences, es verdad, desplazando la amenaza traes paz,
te sublevas, y siembras tu admirable voluntad en la naturaleza!
Si el amor está muerto echadme a los leones!
Me juntaré con los valientes; que os jodan, perdedores!
Sin alma adonde vais, sin ansia, sin dejarme volar;
echadme a los leones, a los más feroces, a montones,
que se aglomeren a mi alrededor! Arderé, inmortal,
fuego sin sombra! Mi corazón está roto ya, y no hay reparo
o eso creo... Echadme a los leones, dejadme que los devore!
No temeré a la sangre ni al dolor! Será emocionante
...como nada nunca antes...me entregaré al combate...
será un placer! Echadme a los leones, a los hombres peores
que les doy!
Avatar hasta la rabia,
a matar si hace falta
que mi alma es tanta
que desborda, la galaxia
y mas ayá, la mente
encerrada, en su gárgola
pero aún cae el agua
fuera, son mis lágrimas,
tanto fuego, lo sientes?
no puede ser bueno,
relámpago, trueno!
Oh creador del universo
inmerso en el abismo
hablándose a sí mismo
cuando no hay ninguno,
un único reflejo auténtico
ardiendo en desteyos
y muy yeno de yanto
amariyo, como el briyo
del Sol en lo alto,
sin amor, perdido,
y yorando dolor infinito,
rayos! tanto fuego
no puede ser bueno,
malo, como mínimo!