Caminando en un desierto
una rosa me encontré,
una fuente de agua viva,
unos labios de mujer.
Dos luceros alumbraron
mi camino al pasar,
y unos brazos me esperaron
para poderme abrazar,
de la fuente bebí agua,
con la rosa te adorné
tu me diste un abrazo,
y tus labios yo besé!