Llega la noche
y Yo sin saber de ti…
pasan las horas,
pasan los días,
el invierno nos alcanza
y Yo sin saber de ti…
¿Cómo has pasado la noche?
¿Alguien te habrá arropado?
Se dibuja tu rostro en mi memoria
cada vez que cierro los ojos.
Quisiera viajar a tus sueños
y dejarte saber
que estoy pendiente de ti.
Tu recuerdo
se clava como un cuchillo
filoso en mi pecho,
y el dolor se queda constante,
por esta angustia incesante
de no saber más de ti…
Cada noche parece eterna
e imagino tu soledad.
Se que estoy en tus pensamientos
y que tu corazón es como un reloj
que cuenta cada minuto
y no ve la hora de regresar.
¿Cuándo volverás a casa?
¿Qué Angel te acompañara al volver?
Cada respiro que doy
es en tu nombre;
quisiera que mi aire fuera el tuyo
y que llenara tus pulmones,
y que la sangre de mis venas
corriera por las tuyas.
Mis oraciones han sustituido
todas las canciones que escucho a diario
y tu nombre está en todas ellas.