A MI MANERA.
Quizás debí saber que todo acaba,
que todo es tan efímero en el mundo,
quizás debí pensar por un segundo,
que el amor que tenía ya no estaba.
Quizás lo que ofrecía no bastaba,
y no fue suficiente ni fecundo,
o tal vez en mi alma de errabundo
no supe discernir lo que me daba.
Jugué con fuego sin pensar que quema,
y disfrute el vivir de forma extrema,
sin saber que el amor no tiene espera.
Así pasé de amante tras amante,
tomando lo mejor de cada instante,
y si gané o perdí fue a mi manera.
KIN MEJIA OSPINA