Tienes ese tesoro escondido
y avientas mareas
bajo el cielo estrellado
te alimentas conmigo
amor y fuego nutritivo.
Erguido, sostienes
tu ego fornido
las fauces de fuego
la niebla a lo lejos
resilente emotivo.
Y en ese amor fugaz
que envuelve mi pulso
en majestuoso desquicio
te espero desnuda
de versos incompletos
de anhelos dormidos.