Fernando?

Tu permiso para enamorarme

Sin importar si es de noche o de mañana, a caso, ¿Serás la enamorada que esperaba?

A mi rostro acaricia una brisa helada, fría como tu mirada.

Amada, aprendí a vivir, sé que desearé llorar algún día por ti.

Es admisible afirmar, pienso en una sutil manera de comenzar...

Sólo una oportunidad estuve tantos años esperando.

Al ser contemporáneos, entiendo que es fácil desconfiar, pues tengo ojeras y llanto.

Pero tú, puedo ver que eres invitante, dulce y desafiante, de verdad quisiera amarte.

Lunes, martes... Cualquier día por la tarde, toda ocasión es perfecta para mirarte.

Puedo aparecer por tu camino de forma casual, sin necesidad de forzar tiempo o lugar.

Sólo espero tu señal para enamorarme, si he de poseer algún atributo, me puedo despojar

Mirada fría, palabras densas, en el fondo tus ojos, bellos como azucenas.

He de admitirlo, no pude encontrar una excusa más absurda...

Una taza de café al terminar la mañana, cuando aborrezco el sabor amargo.

Solamente que soñaba con probar la dulzura de tus labios con amor.

Imaginaba que aparentando suavidad en cada palabra, pudiera volver cálida tu mirada.

De pronto aparece el invierno para recordarme que las oportunidades son percibidas mayormente por el alma.

Tengo una excusa, tus entrecortadas frases hacen dificultosos mis intentos.

Pero mi deseo es incesante, solamente espero tu señal para enamorarme.

Tengo un poco más de tiempo para esperar...