Nubes oscuras,
preludio de tormenta
que ya se acerca.
Suena, a lo lejos,
el juego de los bolos
allá en el cielo.
¿Serán los ángeles
que juegan con las nubes
en sus emboques?
No estoy seguro.
Se escucha muy constante,
mucho más cerca.
Se pone oscuro
y el agua y el granizo
bajan a tierra.
Son escupidos
del vientre de las nubes.
¡No pueden más!
Su indigestión,
unida a la tormenta
es un presente.
El hombre ríe,
el niño se estremece
se esconde el gato.
Pero suspiras.
Descarga la tormenta
y vuelve el sol.
Rafael Sánchez Ortega ©
08/08/20