Noche clara y estrellada, cae
sobre nuestros cuerpos, unidos
mientras nuestros sentidos, reunidos
se funden en un solo contacto, que atrae.
Instantes que atraviesan el tiempo,
momentos que disuelven energías,
instantes de pasión descontrolada,
pasan volando, sin detectarlos a tiempo.
Un instante bajo la luz de la luna,
otro, con el horizonte perdido
del mar calmo y el firmamento estrellado,
reflejos del cosmos que apenas intuimos.
Penetrando su intimidad, lentamente,
y asumiendo su sensibilidad,
atendiendo a su placer
reteniendo mi brusquedad.
Absorbiendo mi virilidad
acaricia con profusión
unificando ambos placeres
y, mantiene mi ansiedad
Desnudos y fundidos en uno
presenciamos la inmensidad
que nos envuelve con suavidad
en el éxtasis final, de cada uno…