Hace no mucho tiempo estaba todo bien
mi mente conspiraba en mi contra, como de costumbre
tu solo trabajabas para mi bombeando sangre las 24 horas,
pero un día, corrección ese estúpido día, dejaste simplemente de latir
y por un segundo, el mundo se detuvo, no entendía lo que pasaba,
¿Por qué tuviste que hacerlo?, solo lo hiciste por unos ojos cafés brillantes,
contenidos en dos lupas que ayudan a ver al puto miope,
pero esos ojos ya no te miran, y talvez nunca lo hicieron.
A ti, que te costó tanto sobrellevar tus propias emociones,
te fascino drogarte todos los días con su oxitocina,
han pasado 8 meses de su partida y estamos bien,
mi cerebro perdió la mayoría de sus capacidades motrices y su poder de comunicarse,
mi cuerpo a perdió la mitad el peso que gano en tu ausencia,
pero mi corazón, mi pobre corazón ya no siente,
en las noches, a partir de las 2 AM deja de latir por unos segundos en tu memoria,
llora desconsolado y me pregunta por ti,
le he dicho que has muerto, entonces la grita sollozante tu nombre,
no encuentro forma de calmarlo, no sé cómo explica que nos abandonaste
y nunca sabremos el porqué,
soy muy mala con él, lo encerré en el sótano y le prohibí salir
para él es una eternidad el no poder amarte,
pero solo han pasado 8 meses,
ha cortado su aorta para que lo sacara,
pero no lo hice y se desangró en una esquina,
me destruye verlo así
una tarde se escapó y te busco,
corrí a buscarlo desesperada, toda la habitación olía a tierra húmeda,
había un muerto en la sala, ¡era él!,
le pregunte: ¿porque lo mataste?,
me dijo, el me mato primero, morí en vida por el eco resonante de su nombre que no salía de mi cabeza, he perdido mi aorta por su culpa, ahora no funcionaré igual,
le dije que esa no era la solución
me respondió: ¡y que!, él estaba feliz, mientras yo estaba encerrado en un cuarto oscuro por 8 meses, susurre desesperado su nombre, podía divisar de forma nítida su cuerpo, pero ¡Ya no recordaba su voz!, por eso lo busque, no pude reclamarle y antes de que me diga algo ¡lo mate!,
antes de contestarle, me desmayé y cuando desperté
estaba atada a una cama, semidesnuda,
con una jaqueca terrible, mire a mi alrededor
no había nadie, observe mi cuerpo lleno de sangre
no sabía bien si era mía o de alguien más,
no recordaba quien era,
ni porque había un gato para más feo mirándome,
......continuara....