INEXORABLEMENTE.
La vida inexorablemente,
se consume y se nos va,
cual viento itinerante.
Y tenemos que vivirla
… Indefectiblemente,
ante efigie de la muerte,
que nos mira sutilmente.
Para nada nos servirá,
angustiar vanamente,
si la muerte coexistirá,
sobre la vida yacente.
Así el tiempo se va,
sin irse del todo,
porque de algún modo,
tiempo siempre existirá.
Y el viento se va y viene,
como se nace y se muere;
El ciclo de vida no se detiene,
aunque la vida morir no quiere.
Autor: Víctor A. Arana.
(VÍCTOR SANTA ROSA)
Diciembre 14 del 2020.