Carlos Rojas Sifuentes

Su nombre

Su nombre es como un trueno

que golpea mi apacible silencio

sin luz previa que lo advierta.

Unas letras alineadas apenas,

que vienen de cualquier parte

y caen sobre mí como una daga,

partiendo en dos mis horas quietas.

 

Llevo su nombre como una espina

clavada en un rincón de la memoria,

un dolor distraído por la vida,

una pena que se esconde en el olvido.

    

Una palabra que en ocasiones

el viento trae entre sus dientes,

empeñado en mantenerla viva.

Un nombre que no es el de ella,

que aún no se puede ir,

sino el indecible nombre de él,

que de ella… aún no se ha ido.

 

No hay en el aire alimento de vida

para el que no sabe que respirar bien

es recibir bocanadas de renovado aliento

para echar fuera todos los restos del día.